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jueves, 8 de septiembre de 2011

Proyecto de Selecciones Uruguayas de fútbol 2006-2010 * (Mario Rebollo)

 

 

 

Comienza a caminar el sueño de todos *

 

Esta hermosa realidad que viven nuestras Selecciones Nacionales, tiene su inicio allá por Marzo del año 2006, cuándo encabezado por Oscar W. Tabárez, comenzó el Proyecto de “Institucionalización de los Procesos de Selecciones Nacionales y de la Formación de sus futbolistas”.

Dicho proyecto tiene como finalidad, la unificación de las actividades de todas nuestras selecciones nacionales, bajo los mismos criterios, objetivos y acciones, además de lograr una coordinación y la consecuente continuidad entre la Selección Mayor y las juveniles que son las que aportan los talentos a aquella.

Te voy a mencionar algunos puntos sobre los que está basado este proyecto y su grado de cumplimiento en el período 2006-2010:


1- Establecer políticas de selección y dar permanencia y continuidad a su organización. Cumplido parcialmente.

2- Elevar los rendimientos deportivos y acercar la expresión futbolística de las selecciones nacionales al nivel del fútbol de elite internacional. Cumplido.

  1. Influir positivamente en el proceso de formación integral de los futbolistas seleccionados. Cumplido.
  2. Coordinar objetivos y actividades de las selecciones de todos los niveles para estimar proyecciones y aplicar programas en plazos mediatos. Cumplido parcialmente.
  3. Programar las actividades de las selecciones nacionales incluyéndolas anticipadamente y en concordancia con los calendarios locales e internacionales. Cumplido parcialmente.
  4. La competición será parte imprescindible de la preparación y evaluación de los equipos y de la formación de los futbolistas, por lo que no se debe quedar limitada solamente a las competiciones oficiales internacionales. Cumplido
  5. Las selecciones deberán ser literalmente nacionales. Para ello se nivelará la preparación de los jóvenes futbolistas del interior del país respecto de sus similares de Montevideo. A cumplir.
  6. En función del objetivo anterior, a partir de las estructuras actuales, se dotará a las organizaciones departamentales de planes, programas e implementos, que permitan la competición significativa y la formación integral de los futbolistas jóvenes en su medio autóctono. A cumplir.
  7. Lograr un perfil del futbolista de Selección Uruguaya, que abarque los aspectos técnicos, éticos y disciplinarios. Cumplida.

A partir de estos criterios, se inició el camino, con nuestras selecciones juveniles, entrenando 1 año antes del Sudamericano, en frecuencia de 3 días por semana, lunes a miércoles en horario vespertino para las selecciones sub-15 y sub-17, y de martes a jueves en horario matutino para la selección sub-20. Siempre en horario simple, salvo en el mes anterior a la competencia (Sudamericano y Mundial), dónde los futbolistas están a tiempo completo en la selección.

Siempre contando con la presencia permanente del Cuerpo Técnico de la Selección Mayor supervisando y apoyando todas estas actividades, en el único momento que no fué posible esto, cuándo había superposición de actividades con la Selección Mayor.

Se hizo mucho hincapié en tener la suficiente competencia internacional, para poder competir a ese nivel ya que el medio interno dista bastante de las características del fútbol de élite.

En cuánto a la Selección Mayor, lo primero que se intentó lograr fue la adhesión y consecuente compromiso de nuestros futbolistas a la Selección.

Hoy podemos decir con orgullo después de 5 años que, ese compromiso está en la piel de cada uno de nuestros jugadores y ha sido uno de los factores fundamentales en el crecimiento de nuestra Selección.

Así como en las juveniles, intentamos tener jugadores de determinado perfil de Selección, basado obviamente en su calidad deportiva, pero también en su profesionalismo y calidad humana.

Para ir inculcando nuestra manera de trabajar se necesitaba continuidad, por lo tanto era imprescindible jugar la mayor cantidad de partidos posibles, aprovechando al máximo todas las fechas Fifa disponibles, preferiblemente en Europa (para evitar los traslados largos y devolver lo antes posible a los jugadores a sus equipos).

Fue difícil al principio, ya que muchas veces los rivales y lugares no eran los más adecuados, pero hoy las ofertas han mejorado y estamos en condiciones para elegir y poder conjuntar objetivos deportivos y económicos.

Al día de hoy en este proceso, nuestra Selección ha disputado 32 partidos amistosos además de, 12 en Copa América, 7 en el Mundial y 20 en Eliminatorias.

Nuestro primer banco de pruebas fue la Copa América de Venezuela 2007, allí tuvimos la confirmación de que algunos futbolistas jóvenes estaban en condiciones de continuar en la Selección y de otros no tan jóvenes, que no lo estaban.

A partir de allí se efectúa una renovación del plantel, se insertan futbolistas de la Selección Sub-20 que jugó el Mundial de Canadá, y comienzan a disputarse las Eliminatorias.

El transitar por la Eliminatoria fue duro debido a, la falta de experiencia de muchos de nuestros futbolistas (algo que sabíamos que iba a ocurrir), no nos permitió sacar los puntos para los cuales habíamos hecho los méritos suficientes.

Durante ésta competición, que se disputa en jornadas dobles; dos partidos entre 4 o 5 días, nunca, a lo largo de la misma, pudimos sacar los seis puntos en disputa. Eso generó incertidumbre en el entorno periodístico preferentemente, pero que se trasladaba al público, a raíz de que sólo se analizaba el resultado final y no las formas.

Hubo momentos de mucha amargura, (partido con Perú en Lima, que perdimos 1-0, o el último partido de la Eliminatoria con Argentina en Montevideo que también perdimos 1-0 y nos quitó la posibilidad de clasificar directo al Mundial), y otros de mucha satisfacción, (triunfo en Quito frente a Ecuador, 2-1 en la hora y de penal, o el empate de local frente a Costa Rica en Montevideo 1-1, que nos daba el pasaje al Mundial).

Después de la clasificación al Mundial, la historia fue otra, el equipo se fortaleció muchísimo en lo anímico y crecimos deportivamente, nos habíamos sacado una mochila muy pesada, la de clasificar, que en este país históricamente ha sido un objetivo muy complicado de conseguir.

Dentro de la preparación para el Mundial, había un partido amistoso previsto para el 3 de Marzo del 2010 frente a Suiza, en Saint Gallen, allí obtuvimos una victoria de 3-1, pero jugando a gran nivel y con una excelente posesión de balón, punto este que no es de los más fuertes de nuestro juego y en el que, desde nuestra Selecciones Juveniles es materia permanente de trabajo diario.

Éste partido, fue la confirmación de que podíamos ser capaces de jugar con mucha intensidad, vimos allí muchas cosas que se confirmaron después durante el Mundial.

En la preparación específica previa al Mundial, se hizo mucho hincapié en los diferentes estados de forma, en que llegaban los futbolistas desde sus respectivas ligas.

Algunos necesitaron descansar, otros trabajar un poco más, para intentar una nivelación que los hiciera llegar en óptimas condiciones al torneo.

La experiencia del Mundial ha sido algo increíble, por cómo se fue dando todo y por lo que generó en nuestro país y nuestra gente, principalmente en nuestros niños y mujeres.

Todo esto ha sido confirmado unos meses después, con la obtención de la Copa América de Argentina.

Como reflexión final puedo decir, que al día de hoy, tenemos una Selección muy competitiva a nivel mundial, con una posición histórica (5º puesto en el ranking Fifa), que hay que defender e intentar superar, ese es uno de nuestros objetivos en las próximas Eliminatorias, además obviamente de clasificar para el próximo Mundial de Brasil.



Gracias a mi amigo Mario por el aporte de forma desinteresada a mi requerimiento de los porque de este nuevo resurgir del glorioso e histórico fútbol Uruguayo.


*Mario Rebollo es actualmente integrante del cuerpo técnico de la Selección Mayor absoluta de Uruguay desde sus comienzos, acompañando al Maestro Oscar Tabarez en este brillante proceso en el que destaca el 4to puesto de Sudafrica 2010 y el título de Campeón de América 2011.

(*Los títulos de este artículo son de Ariel López Báez)