López Báez hoy, unido al fútbol como siempre, pero ahora en España (tenerifedeportiva.com)
Dialogamos con un ídolo de Bella Vista, Ariel López Báez: su trayectoria, su presente, la realidad del papal, el fútbol uruguayo y el papel del "Maestro" Tabárez.
Bella Vista no está pasando un buen momento, como es sabido por todos. Es por eso que decidimos contactar a uno de los mayores ídolos del club papal, para conocer su opinión acerca de la situación de su querido Bella Vista. Y además repasar su trayectoria y conocer su presente, que hoy lo encuentra lejos de Uruguay, pero aún íntimamente ligado al fútbol.
Henry Ariel López Báez, el 10 de Bella Vista, con mayúsculas, en entrevista con PDA, a cargo de Joaquín Fernández y Omar Cazarré.
Hoy en día sos el jugador con más partidos jugados en la historia con la camiseta de Bella Vista, ¿cómo fue tu llegada al equipo papal?
López Báez: Mi llegada al club fue en el año 1984, en la 5ta división. Fui con algunos amigos a probar; yo venía de River, donde jugué dos años, pero vi que no me daban mucha cabida, entonces decidí irme. El club me adoptó, digamos, de forma inmediata: una práctica y a ficharme junto a mis amigos. Después fue de forma rápida mi ascenso al profesionalismo. Mi deseo siempre fue el de jugar.
Tu debut en primera se da en 1986, donde logran el vicecampeonato del Torneo Competencia. ¿Cómo viviste en lo personal aquel año? ¿Cómo fueron los primeros años de consolidación en primera?
En realidad debuté en el 85. Jugué con la 3era el Torneo Competencia, creo que dos partidos, ya que el primer equipo jugaba la Libertadores de ese año, y debuté ante Progreso y Rampla.
Recuerdo al “Profe” De León, que fue quien me ascendió a Primera División en el 86 con 18 años. El creyó en mí, ya que me dio cabida en un plantel lleno de jugadores de mucha experiencia. Todos me recibieron muy bien, ya que antes el fútbol era difícil porque no había muchos jugadores jóvenes en los planteles profesionales.
Cuatro años después lograron el único Campeonato Uruguayo en la historia del club. ¿Qué recordás de aquel campeonato? ¿El 1 - 0 contra Nacional en el Nasazzi fue la bisagra? ¿Cómo se sintió no sólo dar la vuelta olímpica sino que hacerlo dos fechas antes?
Sí, contra Nacional fue un partido importantísimo, ya que venía detrás de nosotros a pocos puntos y le ganamos sacándole más ventaja, en tiempos donde el triunfo valía dos puntos.
Dar la vuelta olímpica era coronar algo que al principio no imaginábamos; después pensábamos que tal vez y al final vimos que no se nos podía escapar, ya que el equipo estaba muy sólido y era difícil superarnos, porque salíamos al campo convencidos de que podíamos ganar, y eso se notaba en cada partido que jugábamos.
En 1991 y 1993 conseguiste tus dos primeras experiencias internacionales con Bella Vista disputando la Copa Libertadores. ¿Qué te aportó la experiencia internacional a tu juego? ¿Qué significó para vos ser citado a la Selección para la Copa América de 1991?
Las dos primeras Copas que jugué fueron un poco para corroborar que Bella Vista venía dando pasos firmes a nivel local y que podíamos en cierta forma competir ante rivales extranjeros.
La Copa América fue algo inolvidable, y a la vez recuerdo que a esa selección que integré se fue casi sin ningún apoyo, en medio de una guerra en la que nosotros no teníamos nada que ver y en la que lamentablemente una parte del periodismo se encargó de quitarnos el apoyo popular. Sin “repatriados”, como se les llamaba antes, eran más críticas que elogios, a pesar de irnos invictos pero sin clasificar a las rondas finales.
Lo que sí recuerdo es que después otras selecciones con repatriados no hicieron mejor papel que nosotros.
¿Por qué decidiste emigrar a Talleres de Córdoba? ¿Cómo era el fútbol del Nacional B en los ‘90?
Me venden en mitad del 93 a un gran club, con la hinchada más popular de Córdoba. Recuerdo que estando en el Nacional B fuimos el tercer o cuarto equipo en todo el fútbol Argentino con más recaudación, porque la hinchada es la más fiel de todas. Logramos subir esa misma temporada en el Octogonal venciendo a Instituto en un estadio de Córdoba repleto, en donde jugábamos de locales porque nuestro campo era pequeño para albergar a nuestra hinchada.
Regresaste a Bella Vista, ¿cómo fue encontrarte con un antiguo compañero de equipo como Ribas como DT? ¿Qué recordás del regreso a Primera?
Vuelvo en el 97 con Bella Vista en la B, porque estando en Argentina el club descendió de categoría. Con Julio (Ribas) recuerdo la primera charla que tuvimos en el Nasazzi, y lo primero que me preguntó era a qué venía a Bella Vista; conociéndolo, le contesté lo que él esperaba: “A salir campeón”, le dije.
Ese año hubo demasiada ventaja con los demás equipos, con un grupo de jóvenes jugadores que apuntaban alto, como Diego Alonso, Lembo, Giacomazzi, Berbia, Casanova, Darío Rodríguez... en fin. Más de veinte partidos invictos, con el arquero menos vencido, el goleador del campeonato, el segundo goleador, etc.
Bella Vista 1998, ¿fue el mejor equipo del cual fuiste parte? ¿Cómo vivieron la liguilla de 1999? ¿Cómo fue la arenga de Ribas antes de la final con Peñarol? ¿Cómo viviste en lo personal la hazaña de vencer en esa final?
El equipo del 98 era la continuación del equipo del año anterior, con algunos nuevos fichajes que se acoplaron enseguida. Junto al del 90 y al del 99 fueron los que más me marcaron. En general las liguillas eran hechas para nosotros, porque siempre estábamos peleando por clasificar, así que la vivimos con una gran ilusión.
La arenga de Julio fue, digamos, un video muy recordado por todos, y muy especial, con un mensaje de nuestras familias deseándonos suerte. Algo inolvidable para todos. La final con Peñarol es algo que aún recuerdo. Un estadio lleno, en donde la gran mayoría de la gente era de Peñarol y ante un gran rival con Gregorio Pérez en el banco... Casi nada.
En la Copa Libertadores 1999, ¿qué representó para vos poner a Bella Vista quinto en América? ¿Qué importancia le das a “Manolo” Keosseián en tu carrera? ¿Qué recordás del partido con la U. Católica?
Bueno, el club venía escalando y ganándose un respeto más que merecido, en donde había bases sólidas y en las que nosotros éramos el reflejo de todo lo bueno que le pasaba al club. El llegar a ser uno de los mejores del continente fue un gran orgullo, pero el quedar eliminados nos dejó un sabor amargo porque por muy poco no logramos pasar a semifinales de la copa (derrota con Deportivo Cali)-
Manolo va a quedar en mi recuerdo siempre, fue más que un entrenador para mí. Aprendí mucho con él, y sabía cómo tratarme y sacarme provecho; muchos años y mucha gloria juntos. El partido en Chile fue de los mejores que recuerdo de visitante, ante un equipo grande. Recuerdo que ellos festejaron antes cuando supieron que tenían que jugar contra nosotros.
¿El “Checho” Batista fue tan intrascendente en Bella Vista como en la Selección Argentina? ¿Cómo viviste que, siendo un jugador tan glorioso para el papal, te retiraras con el descenso del equipo?
Bueno, tocás un tema del que no estoy muy orgulloso, ya que decidí dejar de jugar porque Bella Vista estaba viviendo una situación muy fea que no quiero recordar, y en la que perdí todas las ganas de seguir jugando porque no disfrutaba y no me sentía feliz.
En cuanto a Batista, creo que no fue muy productivo para el club. Yo soy de los que cree que si vienes de afuera es para dejar algo a tu equipo y a tus jugadores.
¿Cómo fue trabajar en el club siendo ayudante técnico y lograr ascender a Primera? ¿De quién aprendiste más: de Keosseián o de Ribas?
Con el que colaboré en mi regreso de Costa Rica a Bella Vista fue con Ildo Maneiro, una gran persona por la que guardo un gran respeto... Un señor. De “Manolo” aprendí mucho, y de Julio también, no tengas dudas. Son diferentes entre sí pero son de los entrenadores de los que más guardo cosas.
Seguís trabajando vinculado al fútbol, ahora en España. Contanos un poco qué es lo que estás haciendo.
Sí, estoy en el fútbol base en el Atlético Chenet Adidas Tenerife, en el sur de la isla. Es un club muy joven y con mucho futuro, ya que intentamos hacer las cosas de forma diferente a lo que se acostumbra. Ahora soy el coordinador y me encargo de la metodología que el Atlético de Madrid nos envía para que entrenemos bajo su filosofía, ya que somos un club convenido, único en Canarias.
¿Cómo vivís hoy en día desde España el momento de Bella Vista, y en general del fútbol uruguayo?
Veo que la situación viene difícil, porque desde que me fui el club ha ido retrocediendo, con graves carencias en todo sentido. Pero sé que se están luchando para salir de esta fea instancia que le toca vivir al club.
El fútbol uruguayo creo que debe crear ciertas condicionantes para lograr un mejoramiento y tener un proyecto a largo plazo, si no es inviable. Se necesita gente honesta, que quiera servir al fútbol, no que se sirva del fútbol. Aún así la materia prima está, que son los jugadores, pero igual los clubes son los que menos ganan y no pueden invertir en la cantera para seguir formando jóvenes promesas.
Creo que el país necesita gente como el “Maestro” Tabárez, porque es honesto y tiene la experiencia necesaria para gestionar nuestro fútbol. Tenemos el ejemplo del fútbol alemán: Beckenbauer, Rummenigge, Uli Hoeness, ex jugadores y entrenadores... hoy son dirigentes de fútbol.
Yo le pediría al “Maestro”, cuando él decida dejar de entrenar, que sea el que proyecte y planifique nuestras selecciones y que se encargue de todo lo relacionado con la organización del fútbol Uruguayo, mas allá de resultados momentáneos.
Hoy no necesitamos resultados inmediatos, creo que lo que se precisa es consolidar una estructura sólida acorde a nuestro fútbol y a nuestra rica historia, en donde las improvisaciones ya no corren.
No hay comentarios:
Publicar un comentario